lunes, 15 de febrero de 2010

Recién llego a la city, y como buena enferrrrrrrrrrma de Natas, lo primero que hice fue ir el sábado a Niceto a verlos. Como siempre, excelente, maravilloso, un poco corto para mi gusto pero creo que es por el tema de la enfermedad, que cada vez que voy a ver a estos muchachos, me quedo con ganas de más.
Resulta que en medio del chou, un muchacho, buscando lugar, supuse, se para cerca, pero muy cerca. Todo bien. Se va. A los cinco temas o por ahí, vuelve, se para cerca otra vez, pero ahora atrás mío. Pero bueno, esto pasa siempre, cuando todos estamos adelante, sobre todo la gente petisa como io, que sino no vemos un soto. Pero, por ahí, siento como un roce en mi ass. Miro al pibe para ver si tiene algo, que no sean sus manos, como un bolso o una mochila, con lo que por ahi, sin querer, me tocó, no? Resulta que nada. Pero bueno, me digo a mí misma: "Boluda, dejá de joder, es todo por la locura que tenés, disfrutá los últimos temas y dejá de joder!!!!"
El chabón se va de atrás mío, y me doy cuenta que sí, se va, y me toca el orrrrrrrrrrto!!! Que ppppppppppppppajero por dios!!!! Resulta que me perdí los últimos momentos de música por debatir si este forro me estaba tocando el toor o no! Y sí! Sí, FORRO.
Se torna algo agotador darse cuenta que siempre existe éste tipo de pajero.
Take care.