domingo, 9 de mayo de 2010

Retrogradación contemporánea

 Hindemith representa el ala conservadora de la música del siglo XX. Expresa la más dura e irrevocable condena de la dodecafonía al declarar ilegítimo su lenguaje por no corresponderse con la organización "natural" (WTF?) de los sonidos. El sentido general de su razonamiento es salvar la naturalidad, la racionalidad y, por tanto, la eternidad, eternidad que explica tanto el atraso como la pérdida de las que hablé en el post anterior, de la tríada mayor. Este señor apela a los argumentos tradicionales hasta entonces vigentes, para afirmar, con una fe y un ardor admirables, el carácter inamovible (??) de la tonalidad, en un momento en que todo está contra él: la teoría y la práctica. No se da cuenta de que, pese a que la armonía y la tonalidad se basan parcialmente en fenómenos acústicos, sin embargo, su realidad histórica simboliza una elección humana. Claro que sí! Convenciones señor!! Tirar abajo el método dodecafónico es desacreditar también y de la misma manera al sistema tonal que tanto defiende! Por Dios!




(La cursiva es de Fubini, Cap XVI)

viernes, 7 de mayo de 2010

Abierta y púbicamente

Odio la institución "conservatorio" y todo el atraso y pérdida que, necesariamente, representa.